ESMO: Terapia reduce un 40% la recaída o muerte por cáncer de ovario

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Administrar el inhibidor niraparib tras la quimioterapia convencional en pacientes recién diagnosticadas de cáncer de ovario avanzado mejora su supervivencia y reduce casi un 40 % su riesgo de recaída o muerte por esta enfermedad, según un estudio presentado en el congreso anual de la Sociedad Europea de Medicina Oncológica (ESMO, por sus siglas en inglés) que se celebra en Barcelona.

Este es uno de los avances presentado en ESMO 2019 que hasta mañana reúne a casi 30.000 oncólogos para conocer las investigaciones en oncología.

La investigación sobre cáncer de ovario, publicada en la revista The New England Journal of Medicine, está liderada por el codirector del Departamento de Oncología de la Clínica Universidad de Navarra y presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO), Antonio González Martín.

El cáncer de ovario se diagnostica cada año a unas 205.000 mujeres en el mundo y es la quinta causa de muerte por cáncer en la mujer en Europa.

Según González, generalmente se diagnostica entre los 45 y 75 años, aunque hay un número significativo de pacientes desde los 30 años, y es el tumor ginecológico que más defunciones provoca debido a que la mayoría de las pacientes se diagnostican en una fase avanzada de la enfermedad ya que no hay técnicas de diagnóstico precoz.

Además, hasta un 80 % de las afectadas por un cáncer de ovario avanzado recaen tras el tratamiento con cirugía y quimioterapia.

El estudio ha analizado a 733 pacientes recién diagnosticadas con cáncer avanzado de ovario y el ensayo clínico en fase III se hizo en 181 centros internacionales, coordinados por el GEICO que, a su vez, forma parte de la Red Europea de Grupos Cooperativos para Ensayos Ginecológicos Oncológicos (ENGOT, en sus siglas en inglés), asociaciones de las que González Martín es también presidente.

El trabajo consistió en añadir niraparib tras el tratamiento convencional de quimioterapia para estas pacientes.

Niraparib es un potente fármaco inhibidor de PARP (una enzima implicada en la reparación del ADN y la muerte celular) que se emplea como terapia de mantenimiento en mujeres con recaída de cáncer de ovario, tengan o no mutado el gen BRCA (asociado al riesgo de padecer esta enfermedad).

A su vez, los investigadores estudiaron el efecto de este tratamiento en pacientes con un tipo de defecto en la reparación del ADN llamado deficiencia de la recombinación homóloga (HRD).

En las pacientes que sí mostraron esta deficiencia (la mitad de las mujeres del estudio), el beneficio del tratamiento fue aún mayor consiguiendo una reducción del riesgo de recaída o progresión de la enfermedad de un 57 %.

El estudio, financiado por TESARO, una compañía perteneciente a la farmacéutica GlaxoSmitheKline (GSK), “sugiere considerar niraparib como una primera opción de tratamiento para pacientes con cáncer de ovario avanzado después de completar con éxito la quimioterapia de primera línea”, ha resumido González.

Nuevas opciones en cáncer de mama

El cáncer de mama también ha sido uno de los protagonistas en las sesiones de ESMO con estudios que reflejan mejora de la supervivencia y nuevas opciones terapéuticas.

Así, el estudio Monaleesa-3 (Novartis) demostró una mejora en la supervivencia con el inhibidor ribociclib y una terapia hormonal como terapia de primera o segunda línea en mujeres postmenopáusicas con cáncer de mama avanzado de receptores positivos, el más común.

“Se trata de un estudio significativo que puede cambiar la práctica clínica, que nos indica que las pacientes con cáncer de mama avanzado se benefician en términos de supervivencia global si se les administra el inhibidor CDK4/6 ribociclib desde que se presenta la recidiva, incluso si no han recibido terapia endocrina previamente en el momento de presentarse la enfermedad metastásica”, ha indicado el profesor Dennis Slamon, de la Universidad de California en Los Ángeles (EEUU) y autor del estudio.

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El oncólogo Dennis Slamon, autor del estudio Monaleesa-3 en la reunión ESMO 2019. Foto: ESMO

Inmunoterapia en triple negativo

Por otra parte, los últimos datos del estudio KEYNOTE-522 (Roche) en fase III presentados en el congreso de ESMO indican que la inmunoterapia con pembrolizumab añadida a la quimioterapia mejora la respuesta patológica completa en pacientes con cáncer de mama triple negativo en fase precoz.

Los resultados preliminares de este trabajo, el primer estudio en fase III de inmunoterapia en cáncer de mama en su fase inicial, también apuntan a una mejoría en supervivencia libre de recaídas.

El triple negativo es el subtipo más agresivo de cáncer de mama, y afecta con mayor frecuencia a mujeres jóvenes.

Las pacientes suelen recibir quimioterapia, seguida de cirugía para la extirpación del tumor. Esto ofrece las mejores probabilidades de obtener una respuesta patológica completa, lo cual significa que no existen restos de células cancerígenas en el lugar de la intervención quirúrgica.

Las mujeres con una respuesta patológica completa tienen una probabilidad del 85-90% de curarse, mientras que en aquellas con tejido tumoral residual la probabilidad de recurrencia es del 40-50%, lo cual suele suceder en un plazo de tres años.

Alternativas a la quimioterapia en ESMO

Cáncer colorrectal

Investigadores del Grupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del Vall d’Hebrón Instituto de Oncología (VHIO) han demostrado la eficacia de una triple combinación de fármacos que ofrece mejores resultados que la quimioterapia en el cáncer colorrectal avanzado con mutación BRAF.

El estudio, publicado simultáneamente en la revista The New England Journal of Medicine, apunta que la combinación de los fármacos resulta efectiva para lograr una supervivencia global significativamente más larga y una tasa de respuesta más alta que la terapia estándar en pacientes con este tipo de cáncer.

Según los investigadores, liderados por el director del VHIO y presidente de ESMO, Josep Tabernero, esta nueva combinación supone “un cambio paradigmático en el tratamiento del cáncer colorrectal, ya que se basa en la identificación de un biomarcador de la enfermedad y una combinación de terapia dirigida a dianas de la célula tumoral que no incluye quimioterapia”, señaló en la reunión anual de ESMO.

Los resultados ofrecen una opción nueva de tratamiento para unos pacientes que hasta la fecha no contaban con alternativas terapéuticas exitosas en este tipo de tumor con particular mal pronóstico que representa entorno al 8-12 % de los cánceres colorrectales.

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A la izquierda, el presidente de ESMO, el doctor Josep Tabernero, en una de las sesiones de la reunión anual que se celebra en Barcelona. Foto: ESMO

Tumores gástricos

Otra investigación del VHIO dirigida por el doctor Taberno estudia tratar con la inmunoterapia pembrolizumab a pacientes con tumores gástricos.

Para llevar a cabo su investigación, Tabernero ha empleado los datos del ensayo fase III Keynote-062, un estudio internacional con 750 pacientes en el que participó el VHIO junto con otros centros, para comprobar la eficacia como tratamiento de primera línea de pembrolizumab en solitario o combinado con quimioterapia frente a la quimioterapia sola.

“Nos encontramos que hay un beneficio espectacular de la inmunoterapia en primera línea frente a la quimioterapia. Aunque no sea una población muy numerosa, el beneficio es muy notable”, ha valorado el oncólogo.

Cáncer de pulmón

Dos estudios presentados en esta reunión de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) avalan el empleo de nuevas alternativas terapéuticas a la quimioterapia en primera línea de tratamiento en cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) avanzado que mejoran la supervivencia global.

El primer estudio, llamado FLAURA, muestra que el empleo de un medicamento oral de nueva generación, el osimertinib, no solo retrasa la progresión de la enfermedad sino que mejora la supervivencia sin incrementar la toxicidad.

Este estudio va dirigido a los pacientes de CPNM avanzado con mutación de EGFR (siglas en inglés del receptor del factor de crecimiento epidérmico), que representan un 10-15 % de los afectados por tumores pulmonares.

El otro estudio, CHECKMATE 227, abre nuevas posibilidades, más allá de la quimioterapia, para tratar a los pacientes en los que no se han identificado dianas que permitan aplicar tratamientos dirigidos.

Vía – EFE

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