Niños y nutrición: uno de cada 3 no recibe la alimentación adecuada

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En pleno siglo XXI casi 200 millones de niños menores de cinco años sufren retraso de crecimiento, y al menos 340 millones sufren hambre oculta, que es la carencia de micronutrientes. En el polo opuesto, las tasas de sobrepeso y obesidad están aumentando rápidamente. Son datos del informe “Estado Mundial de la Infancia 2019: Niños, alimentos y nutrición”, elaborado por Unicef y presentado recientemente, un documento que pone de manifiesto la importancia de seguir una correcta alimentación desde edades tempranas

La malnutrición, una palabra estrechamente ligada durante años al hambre y la hambruna, debe utilizarse ahora para describir una franja mucho más amplia de niños: aquellos con retraso en el crecimiento, los que padecen el “hambre oculta” derivada de las carencias de vitaminas y minerales esenciales y el creciente número de niños y jóvenes con problemas de sobrepeso y obesidad.

El panorama que surge es preocupante: demasiados niños y jóvenes están comiendo muy pocos alimentos sanos y demasiados alimentos nocivos.

Algo que debe entenderse como parte de un contexto de cambios a nivel mundial que está dando lugar a un aumento en la disponibilidad de alimentos ricos en calorías pero pobres en nutrientes.

Según el informe de Unicef “El estado mundial de la infancia 2019: Niños, alimentos y nutrición”, 2 de cada 3 niños no reciben la dieta variada recomendada para un crecimiento saludable.

Solo 2 de cada 5 lactantes menores de seis meses son alimentados exclusivamente con leche materna, como se recomienda; el 44 % de los niños de 6 a 23 meses no consume frutas ni verduras; y el 59 % no consume huevos, leche, pescado ni huevos.

En cuanto a los adolescentes que acuden a la escuela, el 42 % bebe refrescos carbonatados al menos una vez al día, y el 46 % consume comida rápida al menos una vez a la semana.

malnutrición niños
Consumo de cada grupo de alimentos por los niños de entre 6 y 23 años. Foto extraída del “Estado Mundial de la Infancia 2019: Niños, alimentos y nutrición”.

Esta triple carga de malnutrición (desnutrición, hambre oculta y sobrepeso) amenaza la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo no solo de los niños y los jóvenes, sino también de las economías y las naciones, imposibilitadas para alcanzar su pleno potencial.

Sobre todo si tenemos en cuenta que la malnutrición en todas sus formas afecta principalmente a los estratos más jóvenes y marginados, perpetuando así el ciclo de pobreza a través de las generaciones.

Cómo afecta a los niños la triple carga de la malnutrición

Desnutrición: retraso en el crecimiento y emaciación (adelgazamiento patológico).

  • Crecimiento deficiente, infección y muerte.
  • Cognición deficiente, falta de preparación para la escuela, bajo rendimiento académico.
  • Un reducido potencial de ingresos más tarde.

El retraso en el crecimiento es un síntoma de las privaciones del pasado y un indicador de la pobreza futura.

Contrariamente a la creencia popular, la mayoría de los niños desnutridos del mundo viven en Asia y no se encuentran en situaciones de emergencia.

Hambre oculta: carencia de micronutrientes

  • Desarrollo y crecimiento deficientes.
  • Problemas para la inmunidad y el desarrollo de los tejidos.
  • Mala salud y riesgo de muerte.

Es perjudicial tanto para los niños como para las mujeres. En los niños la carencia de un mineral tan importante como el hierro reduce la capacidad de aprendizaje, mientras que en las mujeres aumenta el riesgo de muerte durante o poco después del embarazo.

Sobrepeso (incluyendo obesidad):

  • A corto plazo: problemas cardiovasculares, infecciones y baja autoestima.
  • A largo plazo: obesidad, diabetes y otros trastornos metabólicos.

El sobrepeso en los niños puede llevar a la aparición temprana de diabetes tipo 2, del estigma y de la depresión. La obesidad infantil es también un factor importante en la obesidad adulta, que tienen graves implicaciones económicas y de salud.

Datos sobre malnutrición en la infancia:

– A nivel mundial, al menos uno de cada tres niños menores de cinco años no crece de manera adecuada debido a la malnutrición.

– Al menos uno de cada dos niños menores de cinco años en el mundo sufre de hambre oculta por falta de vitaminas y otros nutrientes esenciales.

– En 2018 casi 200 millones de niños menores de 5 años sufrían de retraso en el crecimiento y al menos 340 millones, hambre oculta.

– El sobrepeso y la obesidad están en aumento. Entre 2000 y 2016, la proporción de niños con sobrepeso entre los 5 y los 19 años aumentó del 10 % a casi el 20 por ciento.

– El número de niños con retraso en el crecimiento disminuyó en todas las regiones excepto en África, mientras que el número de niños con sobrepeso aumentó en todas las regiones, incluida África.

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Prevalencia de niños menores de 5 años que no crecen bien, por regiones. Foto extraída del “Estado mundial de la Infancia 2019: Niños, alimentos y nutrición” de Unicef

¿Qué piensan los jóvenes y las madres sobre la alimentación saludable?

A los jóvenes que participaron en la elaboración del “Estado Mundial de la Infancia 2019: Niños, alimentos y nutrición” se les pidió que evaluaran si los alimentos que consumían habitualmente eran buenos o malos para su salud.

Se equivocaron casi en una quinta parte de ellos, dejando en evidencia que los adolescentes, en general, tienen una comprensión limitada de las cualidades nutricionales de los alimentos que consumen.

A pesar de que muchos valoran la alimentación saludable y se esfuerzan por mejorar su dieta, se enfrentan a obstáculos como el elevado coste de la comida sana, la dificultad para acceder a ella o su escasa palatabilidad.

“La comida barata no es sana y la comida sana no es barata”. Niña, 13 años, China.

“No podemos comer alimentos saludables, porque hemos probado la comida basura y ahora no queremos comer nada más”. Niño, 14 años, India.

“Es más fácil encontrar alimentos poco saludables”. Niño, 17 años, Estados Unidos.

“No hay carne. Tenemos el dinero para comprarla, pero la tienda que la vende está demasiado lejos”. Niña, 14 años, Ghana.

En cuanto a las madres, casi dos de cada cinco introdujeron sustitutos de la leche materna antes de que sus bebés tuvieran 8 semanas de edad, y la mayoría las combinaron antes de que sus hijos tuvieran 6 meses. Esto podría deberse al hecho de que los sutitutos facilitan la incorporación de la madre el trabajo.

Para ellas el costo es, sin lugar a dudas, el obstáculo más importante para alimentar a sus hijos de forma saludable, seguido del hecho de que a los niños no les gustan ciertos alimentos o las presiones familiares.

“Ni siquiera puedo darle a mi bebé comida poco saludable porque no tengo dinero”. 20 años, Zimbabwe.

“Muchos productos son caros, como el pescado, las verduras y la carne. Deberían ser baratos para que todos pudieran comprarlos”. 29 años, Australia.

“Los niños no quieren comer sano, nos agobian, se ponen a llorar”. 25 años, India.

Convertir la buena nutrición de los niños en una prioridad

El informe “Estado Mundial de la Infancia 2019: Niños, alimentos y nutrición” concluye con una serie de medidas dirigidas a garantizar el derecho de los niños a una buena nutrición:

  1. Empoderar a las familias, niños y jóvenes para que exijan alimentos nutritivos.
  2. Alentar a los proveedores de alimentos a que actúen en interés de los niños.
  3. Establecer entornos de alimentación saludables para todos los niños.
  4. Movilizar los sistemas de apoyo -salud, agua y saneamiento, educación y protección social- para mejorar los resultados nutricionales  de todos los niños.
  5. Recopilar, analizar y utilizar periódicamente datos y pruebas de buena calidad para orientar las acciones y supervisar los progresos.

Vía – EFE

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