Cuatro supuestos jefes de la banda criminal conocida como “Los Talibanes” fueron arrestados en una extensa acción contra el tráfico ilegal de migrantes, en colaboración con las autoridades de Costa Rica y Panamá. Esta organización cobraba entre 7,000 y 40,000 dólares por cada persona, dependiendo de su nacionalidad.
Enrique Arguedas, jefe de la Policía de Migración, señaló que entre los 19 arrestados, ocho pertenecen a esta organización delictiva costarricense, incluyendo a sus líderes principales.
Los detenidos incluyen individuos con apellidos como Blanco Mora, Murillo Li, Espinoza Sandoval (apodado “Cachillo”), Espinoza Cambronero (conocido como “Cacho”), Cerda Duarte y Guerrero Miranda.
“Logramos intervenir a la famosa banda de ‘Los Talibanes’, que durante años ha estado involucrada en el tráfico de personas. Hoy arrestamos a ocho de sus miembros, incluyendo a cuatro de sus líderes”, comentó Arguedas.
Este grupo operó durante años principalmente trasladando a nicaragüenses, pero recientemente amplió su actividad debido al incremento de migrantes de Asia y Sudamérica que se dirigen a Estados Unidos.
Una operación internacional
Las detenciones forman parte de la operación internacional Matsu, un término japonés que significa “esperar”, llevada a cabo en cooperación con las autoridades de Panamá.
La red desmantelada facilitaba el paso de personas provenientes de países como China, Vietnam, Venezuela, Ecuador y Perú hacia América del Norte.
A los migrantes asiáticos se les cobraba hasta 40,000 dólares por el tramo del viaje; mientras que a los sudamericanos, un costo de aproximadamente 7,000 dólares. La investigación, que duró 18 meses, registró al menos a 437 personas que utilizaron los servicios de esta red global.
Dentro de la operación se realizaron 23 allanamientos en diversas áreas fronterizas en el sur del país. Dos de las intervenciones más significativas se llevaron a cabo en hoteles en Los Chiles y Corredores, que servían como centros logísticos para el resguardo y transporte de migrantes.
“Se aprovechaban de las vulnerabilidades de nuestras fronteras para facilitar la entrada y el movimiento de personas. Dependiendo de la vigilancia policial, se desplazaban entre Paso Canoas y Los Chiles”, explicó Arguedas.
Ruta del tráfico y organización criminal
El recorrido de los migrantes comenzaba en sus países de origen, pasando por la frontera entre Colombia y Panamá, la selva del Darién, Chiriquí, y posteriormente ingresando a Costa Rica a través de Paso Canoas.
Una vez en suelo costarricense, eran trasladados en autobuses, taxis, autos particulares e incluso por cargadores. Como parte del servicio que pagaban a la organización, también se les proporcionaba comida y alojamiento.
“Ninguno de estos individuos se quedaba en Costa Rica; todos tenían como objetivo llegar al norte del continente. Afortunadamente, no se encontró evidencia de la participación de funcionarios públicos de Costa Rica en estos sucesos”, destacó el director de Migración.
Mauricio Boraschi, fiscal adjunto, mencionó que el caso está bajo la supervisión de la Fiscalía Adjunta contra la Delincuencia Organizada, en coordinación con las autoridades panameñas.
El equipo contaba con su base principal en Los Chiles, aunque también se desplazaban hacia la frontera del sur, donde acogían a los inmigrantes asiáticos y los transportaban utilizando diversos métodos, explicó Boraschi.
En los operativos, se recuperaron cantidades significativas de dinero en efectivo y armas de gran calibre. Los arrestados fueron enviados a la Fiscalía del Primer Circuito Judicial de San José.
Con información de | diarioextra.com
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