CCSS defiende acceso a medicamentos biológicos eficaces seguros y de calidad

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La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), despachó en el 2018 más de 86.4 millones de medicamentos lo que representó una inversión de $264.9 millones en medicamentos y de ellos $107 millones fueron destinados al financiamiento de medicamentos biotecnológicos.

La necesidad de que los pacientes tengan acceso a medicamentos biotecnológicos eficaces, seguros y de calidad es una de las aristas que defienden las autoridades de la CCSS, con el propósito que los pacientes puedan tener mayores opciones terapéuticas para enfrentar enfermedades como las neurodegenerativas, inmunológicas  y el cáncer.

Román Macaya Hayes, presidente ejecutivo de la CCSS, sostuvo que la institución procura que sus pacientes puedan tener las ventajas de esas terapias mediante análisis rigurosos relacionados con sus beneficios y costos, de manera que el acceso a este tipo de tratamiento pueda ser sostenible en el tiempo.

Tal planteamiento lo hizo Macaya Hayes durante el foro Hablemos de Salud Medicamentos innovadores: desafío y oportunidades realizado esta semana.

Destacó que estos productos biotecnológicos son cada vez más comunes y por lo tanto consumen un presupuesto cada vez mayor del plan de gastos que la institución tiene previsto para medicamentos.  Solo en el 2018, la CCSS hizo una inversión de $264.9 millones en medicamentos y de ellos $107 millones fueron destinados al financiamiento de medicamentos biotecnológicos.

El jercarca advirtió que, en ese sentido, la institución está aprovechando las diversas posibilidades que abre el mercado mediante la competencia que se produce por el advenimiento de productos biosimilares.

Los biosimilares son medicamentos biológicos manufacturado mediante procesos de alta calidad que ha demostrado ser muy similares al medicamento de referencia en términos de eficacia, seguridad y calidad, una vez que expira la patente de ese fármaco de referencia.

El presidente ejecutivo de la CCSS dijo que la institución utiliza medicamentos biosimilares que han sido autorizados por el Ministerio de Salud en apego a estrictos criterios internacionales y recordó que en las naciones europeas, en Canadá, Australia, en Japón, entre otras naciones, también son cada vez más empleados y regulados.

La Agencia de Medicamentos de Europa  (EMA, por sus siglas en inglés), que es la autoridad regulatoria de Europa, los usa desde el año 2005 y fue la primera agencia que aplicó una regulación específica para los medicamentos biosimilares, convirtiéndose, junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un marco de referencia para otros países.

Actualmente la EMA es la agencia que ha registrado más biosimilares, por tanto, los países europeos tienen gran experiencia clínica de uso, sin disponerse a la fecha información que haga dudar de la eficacia, seguridad y calidad de estos medicamentos.

En Costa Rica el Ministerio de Salud, en su regulación en materia de medicamentos ha establecido requisitos estipulados en el Reglamento de Inscripción y Control de Medicamentos Biológicos, este marco regulatorio Nacional es adoptado con base en el marco normativo de la EMA.  Por tanto, todo medicamento registrado como biosimilar en Costa Rica ha cumplido con requisitos estrictos que garantizan que el medicamento tiene un perfil similar en términos de calidad, eficacia, seguridad e inmunogenicidad que el medicamento biológico de referencia.

Angélica Vargas Camacho, jefa del área de Medicamentos  y Terapéutica Clínica  de la dirección de Farmacoepidemiología,  explicó  que la existencia de este marco regulatorio a nivel estatal, complementado con los planes de control, trazabilidad, farmacovigilancia, ha permitido a la institución adquirir medicamentos biosimilares desde hace varios años, y hasta el momento no se ha documentado ningún resultado negativo en la efectividad ni en la seguridad del medicamento o bien una repercusión deletérea en los pacientes.

A su juicio, ante el advenimiento de muchos más medicamentos biosimilares en el mercado, de acuerdo con la tendencia mundial de países desarrollados, el reto tanto para los prestadores de servicios de salud, como para la comunidad científica, la industria, es el informar de manera ética, asertiva y oportuna sobre el impacto que conlleva la utilización de este tipo de alternativas para los sistemas de salud pública.

Tanto Esteban Vega de la O,coordinador de Servicios Farmacéuticos de la CCSS como la doctora Vargas sostuvieron que países en vías de desarrollo como Costa Rica, y en particular la CCSS, debe velar por que los pacientes puedan  acceder a alternativas terapéuticas seguras, eficaces y de calidad y, en este caso, la comercialización de biosimilares genera un impacto positivo que permite ampliar el acceso a medicamentos y otras tecnologías sanitarias sin dejar de lado la sostenibilidad financiera a la Seguridad Social.

Entre los medicamentos biológicos que emplea la CCSS están la insulina para el tratamiento de la diabetes, las vacunas y hasta medicamentos específicos para ciertos tipos de cáncer.

Con información de elpaiscr

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