El Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) ha admitido que 12. 828 personas que reciben la subvención del programa Avancemos siguen siendo beneficiarios sin que la entidad haya verificado si siguen en el sistema educativo.
Según las cifras actuales, este error podría significar un desvío de hasta ¢6. 157 millones.
En una charla con Diario Extra, el IMAS indicó que las asignaciones incorrectas en el programa Avancemos podrían ser consecuencia de retrasos en los sistemas de información proporcionados por el Ministerio de Educación Pública (MEP).
“Los procesos adecuados para las personas que no están en el sistema educativo se basan en la información anual aportada por el MEP; por lo tanto, el IMAS utiliza en sus sistemas internos los datos entregados en los procesos de verificación educativa”, comentó la entidad.
Este problema se ha estado corrigiendo, ya que antes se utilizaba una plataforma que combinaba la información de los Comités Institucionales del Programa Avancemos (CIPA) y los Comités de Enlaces Regionales (CER), lo que causaba inconvenientes en la coordinación.
Las limitaciones de este sistema incluían que “se dependía de que el centro educativo informara, a tiempo y correctamente, sobre la situación estudiantil de quienes recibían la transferencia monetaria condicionada; no todas las instituciones y modalidades educativas llevaban a cabo la verificación necesaria; la falta de registros en algunos centros crea inconsistencias en las bases de datos, y la carencia de verificación sistemática permitía que se realizaran pagos a personas que no debían recibirlos”.
No obstante, según el departamento de prensa, la implementación del Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios del Estado (Sinirube) ha disminuido el número de subsidios no válidos, ya que facilita el intercambio de datos entre diferentes instituciones.
“Con la información de verificación de condicionalidad educativa, el IMAS lleva a cabo los procesos necesarios para aquellas personas cuya permanencia en el sistema educativo no se verifica y, por lo tanto, después del plazo establecido, su ayuda se cancela por el motivo de exclusión educativa”, añadieron.
Problemas en el sistema
El Colegio de Trabajadores Sociales de Costa Rica (Coltras) explicó a este medio que esta situación podría ser resultado de la escasez de profesionales en el IMAS, lo que causa duplicaciones al otorgar beneficios, o bien, la falta de revisión de los mismos.
“Aunque este sistema fue diseñado como una herramienta para asegurar mayor eficiencia, prevenir duplicidades y mejorar la focalización, en la práctica ha perpetuado patrones de exclusión y burocracia que impactan especialmente a personas y comunidades en situaciones vulnerables”, comentó Mariangel Sánchez, portavoz de la institución.
Aunque desde el Coltras se observa una mejora tras la puesta en marcha del Sinirube, Sánchez añadió que es necesario seguir uniendo los sistemas de información para facilitar la verificación de datos y así evitar que continúen ocurriendo errores como los 12. 000 beneficiarios que fueron identificados incorrectamente. “Todavía no se están considerando de manera completa las características de diferentes grupos que históricamente han sido marginados; entre ellos se encuentran personas sin hogar, migrantes y refugiados, comunidades indígenas y ancianos que no cuentan con redes de apoyo formal, así como otros sectores cuya compleja y cambiante realidad no se registra de manera adecuada en las instituciones”, señalaron.
Con información de | diarioextra.com
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