Hacerse pasar por alguien más en plataformas digitales o redes sociales, ya sea con fines de burla, fraude o represalia, es un delito en Costa Rica que puede llevar a una pena de hasta tres años de cárcel, según lo indica el artículo 230 del Código Penal.
Esto se refiere a la suplantación de identidad. Esta norma penal se aplica tanto a individuos como a entidades y también a marcas comerciales.
La actividad abarca desde el acceso no autorizado a cuentas utilizando contraseñas robadas, hasta la creación de perfiles falsos que utilizan fotografías, nombres e información personal de otras personas.
La advertencia se presenta en un escenario preocupante: de acuerdo con estadísticas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), desde el 1 de enero hasta el 8 de mayo de 2025, se han reportado 742 casos de suplantación de identidad en todo el país.
Diario Extra entrevistó al abogado Juan Durango, especialista en derecho digital, quien comentó que las repercusiones para las víctimas pueden ser devastadoras.
Durango recordó un incidente reciente en el que un joven trabajador de una carnicería fue víctima de un perfil falso creado con el objetivo de estafar.
«Las víctimas lo buscaron, le hicieron amenazas, creyeron que él era el culpable. Su vida se tornó en un verdadero caos. Todo por el uso indebido de su imagen y datos para engañar a otros en las redes«, narró. Según el experto, la forma más común de este delito ocurre en WhatsApp, donde los delincuentes toman la foto de perfil de alguien, crean un nuevo número y se hacen pasar por esa persona para pedir dinero a familiares o amigos.
«Generalmente afirman que están en una emergencia o que necesitan ayuda, y con ello logran que las personas transfieran dinero pensando que están ayudando a un ser querido», detalló.
No es la plataforma la que se ve comprometida, sino el usuario
A diferencia de lo que muchos piensan, en estas situaciones no hay un problema de seguridad en las redes sociales, sino un uso indebido de la información personal que los mismos usuarios han expuesto.
«No existe una solución mágica para prevenir esto. Sin embargo, hay acciones que todos podemos tomar: emplear gestores de contraseñas, activar la autenticación de dos factores y limitar la divulgación de información en redes públicas«, agregó.
Según el experto, uno de los errores más comunes es utilizar la misma contraseña para todo: correos electrónicos, redes sociales y servicios bancarios en línea.
Esto facilita el acceso a varios servicios si un delincuente logra conseguir esas credenciales. En relación a los casos donde se utiliza inteligencia artificial para crear imágenes falsas, como desnudos falsos o deep fakes, el especialista aclaró que esto no siempre se considera un delito de suplantación.
“Si estas imágenes se utilizan con el fin de obtener dinero, puede considerarse una infracción a la privacidad con posibles consecuencias legales. Sin embargo, si se comparten sin ánimo de lucro, se encuadran en un ámbito administrativo, regulado por la Agencia de Protección de Datos”, destacó.
El abogado indica que los motivos detrás de este fenómeno en línea son diversos: celos, deseos de venganza, fraudes y acoso. No obstante, las repercusiones son siempre severas: daño a la reputación, pérdidas financieras y agresiones digitales.
Por esta razón, los expertos enfatizan la importancia de reportar a las plataformas y a las autoridades. “Esto ya no es simplemente un juego en línea. Suplantar la identidad de alguien es un crimen que causa daños reales y que podría conllevar a una condena”, comentó Durango.
Con información de | Diarioextra.com
Obtén información al instante, únete a nuestra comunidad digital
Síguenos en nuestras cuentas de Redes Sociales Instagram: @costaricanews24